Gastronomía
La cocina leccese representa una síntesis perfecta entre sabores intensos, ingredientes genuinos y una tradición culinaria que hunde sus raíces en siglos de historia. Los platos típicos de Lecce y del Salento reflejan la cultura campesina y marinera de la zona, con recetas que han sabido conservar su autenticidad a lo largo del tiempo. Uno de los platos más icónicos es, sin duda, Ciceri e Tria, una especialidad a base de pasta y garbanzos. La particularidad de este plato radica en la “tria”, una pasta fresca hecha a mano, parte de la cual se fríe y se añade al plato, aportando una textura crujiente. Se trata de una receta de origen árabe que aún hoy en día sigue siendo un pilar de la tradición gastronómica salentina. Otro plato muy extendido es Fave e cicorie, un plato humilde pero extremadamente sabroso. Consiste en un puré de habas servido con achicoria silvestre, cuyo sabor ligeramente amargo combina perfectamente con la dulzura de las habas, a menudo acompañado de crujientes tostadas de pan. Entre los formatos de pasta tradicionales encontramos los Minchiareddi, pequeños tubos de pasta fresca hechos a mano, a menudo aderezados con salsa de tomate y queso pecorino. No pueden faltar las célebres Orecchiette, servidas con una salsa simple, con grelos o con ragú de carne. Otra especialidad destacada son los Piselli cecamariti, un plato de la tradición campesina a base de guisantes, a menudo enriquecido con cebolla y panceta, acompañado de rebanadas de pan casero. El curioso nombre hace referencia a lo delicioso del plato, tan sabroso que “ciega” a los maridos con su sabor irresistible. Las Sagne ‘ncannulate son otro símbolo de la cocina leccese: una pasta larga y retorcida sobre sí misma, típicamente condimentada con salsa de tomate y ricotta forte, un queso de sabor intenso y ligeramente picante.
Entre los segundos platos destacan los Pezzetti di cavallo, bocados de carne de caballo cocidos lentamente en una salsa de tomate sabrosa y especiada, y los Turcinieddhri, rollitos de tripas de cordero asados a la parrilla o cocinados en sartén, con un sabor intenso y característico. Un plato típico de la costa de Gallipoli es la Scapece di Gallipoli, una preparación a base de pescado frito conservado en capas con migas de pan empapadas en vinagre y azafrán, que le da su característico color amarillo intenso.
En cuanto a los postres, el Pasticciotto es el rey de la repostería leccese: una crujiente cáscara de masa quebrada dorada y de agradable olor, rellena de crema pastelera, a menudo disfrutado en el desayuno con un café con hielo. Las Bocche di dama son dulces suaves y cremosos, compuestos por una base de bizcocho relleno de crema y cubierto con glaseado. Las Cartellate son dulces fritos, típicos también de la época navideña, elaborados con una fina lámina de masa enrollada en espiral y cubierta de miel o vincotto (mosto cocido). El Fruttone es una variante del pasticciotto, pero con un relleno de pasta de almendras y mermelada de membrillo, cubierto con chocolate negro. Los Mustazzoli son galletas duras y especiadas, tradicionalmente recubiertas con un glaseado de azúcar o chocolate, con un intenso aroma a canela y clavo de olor. Por último, los Porceddhruzzi son pequeños bocaditos fritos similares a los struffoli napolitanos, cubiertos de miel y decorados con confites de colores, imprescindibles en las mesas navideñas del Salento.
Vinos y bebidas
Lecce cuenta con una tradición enológica y de bebidas típicas que enriquecen aún más la experiencia gastronómica local. Entre los licores más conocidos se encuentra el Amaro salentino, un digestivo de sabor intenso y aromático, y el Anís, una bebida de sabor fuerte utilizada a menudo para aromatizar dulces o como digestivo. Una de las bebidas emblemáticas de Lecce es el café en hielo con leche de almendras, una refrescante variante del espresso clásico, donde el café caliente se vierte sobre cubitos de hielo y se endulza con leche de almendras. También es muy popular la gazzosa, una bebida gaseosa de sabor dulce y cítrico, a menudo combinada con vino para crear el clásico “spuma e vino”. En cuanto a los vinos, el Negroamaro es una de las variedades de uva más representativas del Salento, con un sabor intenso y notas de frutos rojos y especias. El Primitivo es otro vino importante, caracterizado por su sabor profundo y taninos suaves. La Malvasia ofrece un gusto más dulce y aromático, ideal para acompañar postres. El Salice Salentino es una denominación que combina Negroamaro y Malvasia, dando lugar a un vino estructurado y envolvente. Finalmente, el Susumaniello es una uva autóctona con un sabor lleno y afrutado, recientemente redescubierta y apreciada por su elegancia.
Puntos de interés
Lecce es una ciudad de arte con un encanto único. Su Centro Histórico es una joya del barroco, con edificios decorados en piedra leccese. La Basílica de Santa Croce es el símbolo por excelencia del estilo barroco leccese, con una fachada llena de detalles esculpidos. La Piazza del Duomo es otro lugar imperdible, con la Catedral de Lecce y su imponente campanario. El Castillo de Carlos V, ubicado en el corazón de la ciudad, permite hacer un viaje en la historia con sus robustos muros y sus exposiciones de arte. Por último, el Anfiteatro Romano, que data de la época imperial, es un testimonio de la antigua Lupiae, la actual Lecce, y sigue siendo un escenario para eventos culturales y espectáculos teatrales. A pocos kilómetros de la ciudad, la Abadía de Santa María de Cerrate es un antiguo monasterio benedictino lleno de frescos medievales, ubicado en plena tranquilidad de la campiña salentina.