Con su paso por el Rubicón, Julio César demostró que los hombres tienen el poder de cambiar y dar forma a la historia y no sólo dejarse arrastrar por ella. Remco Evenepoel, en la contrarreloj de Savignano sul Rubicone a Cesena, intentó cambiar la historia de este Giro de Italia. Si lo consiguió nos lo dirán las próximas semanas, pero la primera impresión es que la victoria de hoy del belga está “mutilada”, por seguir con el tema de la guerra.
Lo que importa, de momento, es que ha ganado la contrarreloj y que vuelve a vestir la maglia rosa. Andreas Leknessund no tuvo éxito en la imposible defensa del símbolo del liderato, pero la noticia es que no volaron minutos entre los favoritos como cabría esperar, sino sólo milésimas de segundo. Por detrás de Evenepoel llegó Geraint Thomas, distanciado por apenas un segundo, y por detrás de Geraint Thomas llegó Tao Geoghegan Hart, distanciado por otro segundo. En resumen, las diferencias de podio que reservaba esta contrarreloj se pueden resumir con las que daría una llegada al sprint normal al ganarla en medio de una etapa para velocistas.