La Tirreno Adriatico corona por quinta vez en su historia a un Rey español. El último había sido Alberto Contador en 2014 y ahora le toca a Juan Ayuso, de 22 años, quien espera seguir los pasos del Pistolero. Solo faltaba la oficialidad, porque el corredor del UAE Team Emirates-XRG ya había realizado la obra maestra ayer, corriendo e interpretando como un maestro la llegada en subida de Frontignano (Ussita).
Faltaban los últimos 147 km antes de poder alzar al cielo el hermoso Tridente, uno de los trofeos más apreciados por los corredores. No se puede decir que el camino que llevó a los atletas a San Benedetto del Tronto haya sido precisamente un paseo, porque primero atacó Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck), y luego el INEOS Grenadiers hizo una carrera dura para recuperar a los atacantes y mantener la carrera cerrada.
¿Por qué? Porque Filippo Ganna tenía un sprint intermedio que ganar para acumular esos segundos necesarios para superar a Antonio Tiberi (Bahrain Victorious) y subir al 2º puesto en la clasificación general. El romano no se lo puso fácil, intentó meterse en el sprint en el TV, pero Ganna tiene una potencia diferente y, escoltado también por su amigo Jonathan Milan, se llevó las bonificaciones para un 2º puesto final bastante impensable para un corredor con sus características físicas.
Hablando de Milan, en el final entró en acción el equipo del Toro de Buja que, aunque huérfano del lanzador Simone Consonni, retirado tras la caída en Colfiorito, guió a la perfección a su velocista. Una gran ayuda, hay que decirlo, también la dio Ganna, que durante unos cientos de metros se metió en el tren del Lidl Trek, guiando a su compañero de selección nacional Milan hacia su segundo éxito en esta Tirreno Adriatico, el cuarto en total contando también las victorias del año pasado. El sprint ganador también le vale la conquista de la Maglia Ciclamino, que ayer le había arrebatado momentáneamente Tom Pidcock (Q36.5), y le hace olvidar la caída de hace unos días, que había hecho temblar a todos.
Como siempre, en San Benedetto del Tronto, celebran dos. Milan ya lo había hecho el año pasado, Ayuso, en cambio, disfruta del Tridente y comienza a enriquecer su ya notable palmarés. El Giro d’Italia, ahora, lo espera con los brazos abiertos.