El Giro de Italia ha pasado muchas veces por Suiza en sus 100 años de historia, pero es mucho menos frecuente su llegada al cantón de Valais, que regresa este año con la meta en Crans-Montana. Hubo Sion en 1957 y Saas-Fee en 1965, pero también Leukerbad en 1963, a 30 km de Crans Montana.
El de 1963 fue el segundo Giro de Franco Balmamion, que se hizo famoso por ganar dos sin llevarse nunca una etapa, pero también fue la Corsa Rosa de Vito Taccone, “el Camoscio de los Abruzos“, que ganó cuatro etapas consecutivas, incluida Leukerbad. En el libro “Il camoscio e il borraccino“, de Arcopinto y Pandimiglio, el exuberante Taccone relata muy bien aquella etapa victoriosa.
“La etapa siguiente nos llevó de Oropa a Leukerbad, en Suiza“, leemos. “En el Gran San Bernardo destrocé a todo el mundo. A cuatro kilómetros de la meta, sin embargo, acabé con las ruedas entre los raíles de un tren de montaña. El tubular de la rueda delantera se había salido. Me detuve para volver a colocarlo en su sitio. Vittorio Adorni me adelantó sonriendo: pensaba que había ganado”.
“Le alcancé y me escapé de nuevo, ganando mi tercera etapa consecutiva. La mayor satisfacción, sin embargo, llegó en la meta, cuando Adorni le dijo a un periodista: “Lo he dado todo, tiene que creerme, ¡pero es un demonio que no se puede mantener! Ganó merecidamente. A Simplon le impuso una carrera agotadora, toda hecha de sprints’. Mi gran enemigo se doblegó ante mi fuerza“.