Conocimos la subida de Prati di Tivo en la Tirreno-Adriático (y este año también en el Giro de los Abruzos), pero los aficionados sabrán que también hay un precedente en el Giro de Italia. Fue en 1975, en la etapa 3, desde Ancona hasta esta subida sin precedentes a los pies de un Gran Sasso nevado. Era el primer cara a cara entre los favoritos previstos, pero había muchas incógnitas dadas las ausencias de las estrellas de la época, Eddy Merckx y Francesco Moser.
Los más esperados eran el experimentado Felice Gimondi, la estrella emergente aún por descifrar Gianbattista Baronchelli y el sorprendente escalador español Francisco Galdós, que había vencido a Merckx unas semanas antes en el Tour de Romandía. Pues bien, al final fue el joven Giovanni Battaglin, de 23 años, quien atacó desde las primeras rampas de la subida, se escapó de todos, ganó su primera etapa en el Giro y se llevó la primera Maglia Rosa, arrebatándosela de los hombros a su domestique noruego Knut Knudsen. El escalador veneciano recortó 21 segundos a Galdós y más de dos minutos a Gimondi y Baronchelli.
“¿Eso es todo Baronchelli? – dijo Battaglin tras la llegada. “Si hoy le ha sacado más de dos minutos, ¿cuántos le sacará en el Stelvio?” De hecho, ese no fue el Giro de Baronchelli, que acabaría sólo 10º lejos de la lucha por la Maglia Rosa, pero tampoco fue el de Battaglin.
Giovanni, de hecho, perdió el liderato al día siguiente a manos de Galdós, sólo para recuperarlo en la Etapa 13, en la contrarreloj de Forte dei Marmi. Señalado ya por todos como el gran favorito para la victoria final, Battaglin se derrumbó gravemente el día de la contrarreloj de Il Ciocco, abandonando la clasificación y abriendo el camino al triunfo final de su sorprendente compañero de equipo, Fausto Bertoglio, que ganaría la maglia rosa y el mayor éxito de su carrera.
Battaglin tendría que esperar hasta 1981 para ganar su primer y único Giro de Italia, en el histórico y mágico año en el que también ganaría la Vuelta a España.
