Con 17 victorias parciales en el Giro de Italia, son muchas las ciudades italianas en las que Mark Cavendish ha podido alzar los brazos al cielo. Entre ellas se encuentra también Fano, en la Modena-Fano, Etapa 5 de la edición de 2012. A decir verdad, aquel día ni siquiera se sabía si CannonBall tomaría la salida, dado que dos días antes, en Horsens (la carrera había partido de Dinamarca), había acabado malamente en el suelo en el sprint final, noqueado por un brusco movimiento de Roberto Ferrari, con quien entonces habían intercambiado palabras.
Maltrecho, magullado y tras una noche en vela, el velocista de la Isla de Man tomó no obstante la salida de la etapa y no sólo la terminó, sino que ganó el sprint final, superando a Matthew Goss y Daniele Bennati. ¿”Ferrari”? Todo está bien con él, se disculpó conmigo”, dijo después de la etapa. Sin esa caída podría estar en la Maglia Rosa ahora, era un objetivo para mí. No tengo miedo de arriesgar en el sprint, el problema son los que ponen en peligro la vida de los demás…”.
Cavendish terminaría aquel Giro con tres victorias, continuando la construcción de su leyenda de 163 triunfos en su carrera (y contando…): “No sé si estoy entre los más fuertes de todos los tiempos y no me importa”, volvió a decir aquel día, “quiero escribir la historia del deporte y permanecer en los libros de récords”. Pues lo conseguirá…