Etapa 19 del Giro de Italia de 1994, que va de Lavagna a Bra a lo largo de 212 km. Sin lugar a dudas, es un buen día para la escapada, en parte porque estamos al final del Giro y en parte porque es una etapa mixta que se interpone entre la exigente contrarreloj del Passo del Bocco y la etapa de Les Deux Alpes del día siguiente.
Bajo un gran aguacero y un tiempo anormalmente frío para ser junio, hay una gran pugna por entrar en el intento de ataque que en un 99% habría ido a meta: van 25 corredores, entre ellos el experimentado Massimo Ghirotto, de Rovigo, 33 años, con ya dos victorias parciales en el Giro de Italia y dos en el Tour de Francia a sus espaldas. En definitiva, un veterano. Sorprendentemente, sin embargo, en la escapada también está la maglia rosa, Evgenij Berzin.
“Sucedió algo extraño”, relató Ghirotto en su momento, “con unos cuantos corredores habíamos organizado una escapada, había gente de todo tipo, gente que quería ganar una etapa pero desde luego no gente de la clasificación. En un momento dado, alguien me dijo que Berzin, la Maglia Rosa, también estaba en medio. Cuando llueve, envueltos en capas, no nos reconocemos bien. Así que después de mirarle bien le dije que por qué estaba con nosotros, aunque no lo dije del todo así. ¿Qué demonios hace alguien como Berzin en esta escapada? Los otros grandes no nos dejarán escapar, y él ya lo ha hecho tan bien que ya ha ganado el Giro.
Al final Berzin se levantó y fue alcanzado por el grupo, la escapada llegó a meta como estaba previsto y el vencedor fue el propio Ghirotto, con una espléndida acción de finisseur para anticiparse a Rølf Sørensen y Massimo Podenzana. Para él sería el último éxito de su carrera y se retiraría a finales del año siguiente. Dos días más tarde, en Milán, Berzin celebraría su primera y única conquista del Giro de Italia.
