¡Gracias a todos por participar! Eso es lo que debe pensar Tadej Pogačar cada vez que arranca como un rayo, se despide de la compañía con una facilidad desarmante y se va a ganar en solitario, sin inmutarse. Hace absolutamente lo que quiere y sus adversarios, a estas alturas, parecen haberlo aceptado con serenidad, hasta el punto de que hacen una carrera sin tener en cuenta lo que el esloveno decida hacer.
Eso es exactamente lo que ha pasado hoy, cuando Pogačar ha arrancado en el Passo del Foscagno, todo el mundo ha ignorado su acción, como si hubiera atacado a un fantasma. O más bien, Daniel Martínez intentó ir tras él por un momento, como si se hubiera olvidado de que Tadej está en otra liga, y de hecho en unos cientos de metros se replegó y fue alcanzado por el grupo de Thomas, donde encontró a sus verdaderos adversarios.
Al hacerlo, sin embargo, la brecha labrada por Pogačar se ha hecho descomunal y en 14 km ha ganado tres minutos y más sobre todos sus rivales. Con una semana del Giro aún por correr y 6’41” sobre Thomas, en la etapa 15, Tadej tiene la ventaja más amplia sobre el segundo en 70 años. Cosas de otro mundo, ya ha ganado cuatro etapas, tres de ellas con la Maglia Rosa. Quién sabe si tendrá ganas de atacar el récord de Eddy Merckx (1973) y Learco Guerra (1934), que ganaron 5 etapas en la Maglia Rosa. El terreno estaría ahí…
Por detrás, la lucha se desató al subir la pista de esquí de Mottolino: Romain Bardet y Einer Rubio atacaron con convicción, Geraint Thomas y Daniel Martínez lucharon sin separarse, Ben O’Connor perdió algunos segundos y Antonio Tiberi entró en crisis en los dos últimos kilómetros, perdiendo más de un minuto respecto a sus adversarios directos. La Maglia Bianca está a salvo, pero Thymen Arensman se acerca peligrosamente.
Mañana habrá descanso, y luego otra etapa interesante con final cuesta arriba, la Livigno – Santa Cristina Valgardena. Tadej, ¿tienes la barriga llena?
