El Giro de Italia es historia y tradición, pero también innovación y el descubrimiento de nuevos territorios y nuevas rutas para pedalear. Cada edición, a lo largo de los años, nos ha ofrecido vistas y lugares diferentes, y la de 2024 no será una excepción. Incluso una de las etapas reina, la número 15, la que llevará al grupo de Manerba del Garda a Livigno -la más dura, con sus 220 km y 5300 metros de desnivel– presentará una llegada completamente nueva y por descubrir.
Livigno ya ha sido final de etapa en la Corsa Rosa, en 1972 con la victoria del Caníbal Eddy Merckx, y en 2005 con el éxito del escalador colombiano Iván Ramiro Parra. Pero esta vez la línea de meta no estará en el centro de la famosa localidad de Alta Valtellina -refugio veraniego de muchos ciclistas-, sino carretera arriba por la pista de esquí de Mottolino.
La subida final es de 4,7 kilómetros con una pendiente media del 7,7%, pero son los últimos 2 kilómetros los que provocan escalofríos: la pendiente media sigue siendo superior al 10% aunque la carretera tiene rampas empinadas intercaladas con tramos cortos y menos empinados. En el último kilómetro, la subida final alcanza pendientes de hasta el 19%, seguidas de un breve descenso de la pendiente y otro “escalón” que conduce a la recta final de 50 metros. Puede que hayas aguantado toda la etapa, pero si entras en crisis en estos dos últimos kilómetros corres el grave riesgo de tirar por la borda lo que has hecho en las dos semanas anteriores.
También porque aún no hemos esbozado lo que les espera a los ciclistas en los 216 kilómetros que les esperan. De hecho, al principio estará la subida de Lodrino (3ª cat.) y luego el inédito Colle San Zeno (2ª cat., 13,9 km al 6,6%), para luego subir por el Val Camonica hasta la entrada del Mortirolo desde Monno. Son 12,6 km al 7,6% que, si se hacen a ritmo rápido, podrían crear ya una notable selección en el pelotón, ya que habrá 67 km hasta la meta. Descenderán por Grosio y subirán por la Valtellina hasta Bormio. En ese punto se ascenderá la Motte hasta Isolaccia, antes de la exigente subida al Passo di Foscagno (1ª cat., 15 km al 6,4%), que finalizará a falta de 9 km. Tras el corto descenso del Ponte del Rez, la carrera sube al Passo di Eira, donde los corredores se enfrentarán a los mencionados y terribles dos kilómetros finales. Será una carrera por eliminación.