Cuando el ganador de la Traguardi Volanti del año pasado, Simon Pellaud, se metió en el grupo de cabeza, se aseguró la victoria en la competición de la Fuga Bianchi. Mientras tanto, Geoffrey Bouchard cruzó el Passo San Bernardino en sexta posición, sumando 4 puntos. Esto hizo que Bernal tuviera que ganar las dos últimas subidas para privar al francés del maillot.
En el descenso, Chris Hamilton, Michael Storer y Romain Bardet, del equipo DSM, atacaron a falta de más de 57 km para la meta. Bilbao marcó el ritmo en el descenso del Splügenpass, y luego Caruso abrió hueco con respecto a Bardet justo antes del segundo sprint intermedio, en Madesimo, a 2,5 km de la meta. Cruzó en solitario, obteniendo los máximos segundos de bonificación, y luego presionó hacia una merecida victoria. Detrás de él, el último gregario de Egan Bernal, Dani Martínez, se apartó para dejar que su líder se llevara el último segundo de bonificación, y luego retomó su posición al frente. Demostró su claridad de ideas, a pesar de rodar a un ritmo que, momentos después, Simon Yates y João Almeida se verían incapaces de seguir.