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La montaña de Frankenstein

22/05/2021

Frankenstein's mountain Stage 14 Monte Zoncolan

Aparecen entre la niebla, Lorenzo Fortunato y Egan Bernal. Los cronómetros se detienen, se toman los tiempos y se registran los hechos del caso.

Fortunato, al que vimos saludar a su ciudad natal, Bolonia, en la quinta etapa, había conseguido su primera victoria en una carrera profesional. Bernal ha ganado 11″ sobre Yates, 39″ sobre Caruso y Ciccone, y 44″ sobre Dan Martin. Buchmann ha cedido 46″, Carthy 54″, Bardet 1’02” y Vlasov 1’12”. Almeida y Evenepoel han perdido 1’28” y 1’30” respectivamente. Nibali está aún peor: 45º en la etapa a 12’04”, cae al 19º en la CG a 14’25”.

Un escenario como éste se cubre mejor con una radio crepitante o un cómic que con la alta definición. O visto en una ensoñación -o en una pesadilla, pues Zoncolan es el nombre de un monstruo, no de una instalación deportiva. Los hechos, tal como son, son una distracción insignificante. Al menos está la niebla, que aleja los sucesos del día de la fría y analítica luz de la vista, y los traslada al terreno de la imaginación.

Dicho esto, Jan Tratnik tiene algo de hombre del saco. Ataca con una especie de amenaza ingenua y torpe, como uno de los experimentos de Frankenstein, pero se aleja de escaladores confirmados como Mollema y Bennett. Cuando Lorenzo Fortunato decide finalmente no esperar a los perseguidores más consumados -es decir, a todos ellos, dado que la última carrera que ganó fue el Trofeo Guido Dorigo en 2013, hace 8 años y 3 días- se lanza tras él. Dos kilómetros y medio después, lo alcanza.

A falta de 2,4 km, en el tramo más empinado de la subida, le toca al italiano alejarse, pero lo hace como un escalador: cadencia fluida, utilizando la masa muscular en movimiento para generar impulso.

Por detrás, el Astana amenazaba con destrozar el pelotón a partir de los 50 kilómetros. Al descender de la Forcella Monte Rest, dividieron el pelotón: cuatro de sus corredores, más Bernal, Castroviejo y Pello Bilbao, formaron un grupo de cabeza. Curiosamente, Remco Evenepoel no estaba en el siguiente grupo, sino en el que le seguía.

Pero el ataque no tenía por dónde ir y, a pesar de liderar la subida final, Moscon, Narváez, Castroviejo y Martínez tomaron el control. A falta de 1500 metros, Simon Yates atacó. Martínez se apartó, permitiendo que la Maglia Rosa le siguiera. Buchmann, el siguiente, permite que se abra un hueco. Martínez maniobra en el espacio detrás de él, por delante de Caruso, Vlasov, Ciccone, Carthy, Pedrero y Dan Martin. En los últimos 300 metros, Bernal ha pasado al inglés y se ha alejado. Tras ellos, el siguiente corredor de los diez primeros en llegar a meta fue el compañero de equipo y compatriota de Bernal, Dani Martínez, con Caruso y Ciccone a su rueda. Veo que se acerca el momento en que Bernal, una vez que se asegure la carrera, trabajará para ayudar a su compañero de equipo a subir al podio.

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