“Roma no es una ciudad como las demás. Es un gran museo, un salón por el que se pasa de puntillas“, decía Alberto Sordi. Pues bien, hoy el Giro de Italia le ha rendido homenaje con sus 125 corredores supervivientes, que han ofrecido un último gran espectáculo en la Via dei Fori Imperiali, a la sombra del Coliseo, frente al Altare della Patria. A continuación, por primera vez en la historia de la Carrera Rosa, el ganador fue premiado por el Presidente de la República Italiana: Primož Roglič recibió el Trofeo Senza Fine (Trofeo sin fin) directamente de manos de Sergio Mattarella.
El epílogo en la capital fue una Grande Bellezza, pero si en la famosa película de Paolo Sorrentino el centro de atención es la burguesía romana, aquí el protagonista es el ciclismo, el deporte del pueblo por excelencia. Primož Roglič coronó su carrera llevándose aquella abultada victoria en una Gran Vuelta que faltaba para consagrarle definitivamente como uno de los corredores más fuertes y exitosos de los últimos 15-20 años. De saltador de esquí pasó a cicloaficionado, luego a profesional, después ganó una Lieja-Bastogne-Lieja, una medalla de oro olímpica, 3 Vueltas a España, 3 Tirreno-Adriático y ahora, por fin, el Giro de Italia. Todo ello en 12 años.
A sus 33 años y medio, es el quinto corredor de más edad que gana el Giro, y en un mundo ciclista en el que los veinteañeros reclaman espacio y no tienen reparos morales en jubilar antes de tiempo a los de la generación mayor, Roglič aguanta el tipo y sigue haciendo méritos. Y aún hay más, porque lo mismo puede decirse de Geraint Thomas, que a sus 37 años está un paso más cerca de ganar una Maglia Rosa épica. Con 70 años en dos, es el corredor 1-2 más veterano de la historia del Giro. Pero los corredores con clase, ya se sabe, son difíciles de dejar desvanecer.
La Gran Belleza es también que en la Ciudad Eterna ganó el eterno Mark Cavendish, en uno de esos finales que era difícil siquiera imaginar más bonitos. En el último Giro de su carrera, la estrella de la Isla de Man disparó el último cañonazo en la última oportunidad, triunfando por tres bicicletas sobre todos sus rivales, como tantas veces le habíamos visto hacer en sus 16 victorias anteriores en la Corsa Rosa. En 2008 ganó en Catanzaro y en 2023 lo encontramos en Roma, nadie como él ha tenido nunca un margen tan amplio entre su primera y su última victoria. Y no sólo eso, a sus 38 años y 7 días, Cavendish también se convierte en el corredor de más edad en ganar una etapa en el Giro. Sí, de cosas que hablar, este Giro ha dejado muchas.
