El Giro d’Italia 2025 será el estreno de Juan Ayuso en la Corsa Rosa, y tendrá muchísimos focos apuntando sobre él. Se habla de él como potencial ganador de Grandes Vueltas desde hace ya tiempo, concretamente desde 2021, cuando con el maillot del Colpack Ballan —por mediación del UAE Team Emirates, que lo cedió allí unos meses previo a su paso al WorldTour— ganó, o mejor dicho arrasó, en el Trofeo Piva, el Giro del Belvedere y el Giro Next Gen en su primer año en la categoría. La formación emiratí, tras cinco meses de aprendizaje entre los sub-23, lo lanzó de inmediato al profesionalismo y, desde entonces, el mundo del ciclismo espera con impaciencia ver a este alicantino nacido en 2002 dar el salto definitivo hacia la élite del deporte.
La sensación es que, hasta ahora, solo nos ha mostrado una pequeña parte de lo que su talento le permitirá conseguir, pero también es bastante normal que sea así, teniendo en cuenta que corre en un equipo repleto de campeones. Eso sí, estamos hablando de un chico que, con 22 años, ya cuenta con 12 victorias como profesional y que, con solo 20, subió al podio final de La Vuelta. Solo con eso basta para entender de qué tipo de potencial estamos hablando.
Este año el UAE Team Emirates-XRG ya le ha asignado mayores responsabilidades, y Ayuso ha respondido con creces. En su debut de temporada, en la Faun-Ardèche Classic, solo un error de recorrido en una rotonda a falta de un kilómetro le impidió luchar por la victoria. Al día siguiente se redimió con creces, ganando la Faun-Drôme Classic tras un ataque en solitario de 40 km. Y apenas tres días después repitió en el Trofeo Laigueglia, esta vez imponiéndose en un sprint reducido a cuatro corredores, demostrando una vez más que también tiene una excelente punta de velocidad.
La primera verdadera prueba de fuego llegó, sin embargo, en la Tirreno Adriatico, y la superó con nota. Una semana que dominó de principio a fin y que culminó con un ataque en solitario en la etapa reina de Frontignano (Ussita). En la Volta a Catalunya, por su parte, terminó 2º tras un emocionante mano a mano con Primož Roglič que los aficionados esperan volver a ver también en las carreteras italianas. Aficionados, expertos y casas de apuestas ya lo colocan entre los máximos favoritos para la victoria final en el Giro, solo por detrás del propio Roglič. Para Ayuso es una sensación nueva, ya que el año pasado corrió el Tour como gregario (y tuvo que abandonar a mitad de carrera), y en los años anteriores fue líder en La Vuelta (3º en 2022 y 4º en 2023), con la consigna de que cualquier resultado, siendo todavía un neoprofesional, sería bien recibido.
Esta vez no será así, porque en mayo todos esperan el gran salto de calidad: “Tenía que demostrar que estoy listo y lo he hecho —dijo tras su victoria en la Tirreno Adriatico—. De cara al Giro d’Italia, puedo considerarlo una gran señal. Me gusta sentir la presión, no tanto porque me la ponga el equipo, sino porque soy yo mismo el que se exige mucho. Quiero ser la mejor versión posible de mí mismo. Todas las oportunidades que un equipo como este te ofrece hay que aprovecharlas, porque hay muchos corredores fortísimos y preparados para ganar si tú no lo haces”.