El idilio entre Giulio Ciccone y el Giro d’Italia ha vivido momentos brillantísimos: su primera victoria como profesional, con 21 años, en Sestola en 2016; el espectáculo en el Mortirolo; la victoria en Ponte di Legno con lanzamiento de gafas incluido y la Maglia Azzurra de mejor escalador en 2019; y aún más, el ataque en solitario en Cogne en 2022. Esas victorias han definido su carrera: la de un atacante, un corredor que sabe cómo entretener al público.
Y sin embargo, no siempre la Corsa Rosa le ha sonreído al corredor abruzzese. Justo en los momentos en los que debía despegar, siempre ha encontrado algún obstáculo que le ha frenado. En 2020, el año del covid y del Giro en octubre, se presentó como uno de los más esperados tras las hazañas del año anterior, pero tuvo que abandonar después de 14 etapas y un rendimiento muy discreto, a causa de una bronquitis. Al año siguiente empezó fortísimo, al nivel incluso del que acabaría siendo ganador, el colombiano Egan Bernal, en la primera parte del Giro, pero fue perdiendo fuelle con el paso de los días y acabó abandonando en la salida de la Etapa 18 tras una caída bajando el Passo di San Valentino, diciendo adiós a un Top 10 en la clasificación general que tenía absolutamente a su alcance.
En 2022 contrajo el covid justo antes de la salida en Budapest. Aun así, tomó la salida, se descolgó de la general, y luego logró levantar los brazos en la etapa de Cogne. Esa, hasta la fecha, ha sido su última participación en el Giro, y no por decisión propia, sino porque los contratiempos se han multiplicado en los últimos años. El inicio de 2023 nos mostró una de las mejores versiones de Giulio Ciccone: fuerte, sólido, compitiendo codo a codo con los mejores del mundo, incluso en las carreras más importantes, con la expectativa de ser protagonista en el Giro. Pero de nuevo apareció la molesta sombra del covid. Ciccone enfermó tras la Lieja-Bastoña-Lieja y no logró recuperarse a tiempo. Adiós al Giro, y cambio de enfoque hacia el Tour de Francia, donde consiguió un logro extraordinario: el maillot de lunares en la que fue, sin duda, la mejor temporada de su carrera.