En 2023 hubo 10 ataques desde lejos, en 2022 otros 10, y en 2021 nada menos que 11. En resumen, en las tres últimas ediciones del Giro de Italia, alrededor de la mitad de las etapas han terminado con el éxito de un corredor que comenzó en una escapada en la primera parte de la etapa, por lo que estamos hablando de una parte predominante de la Corsa Rosa. Pero si las etapas para velocistas, perseguidores de clásicas o escaladores son fácilmente identificables, las etapas de “escapada” lo son mucho menos y deben contextualizarse en función del recorrido y del momento en que se abordan. Todas las etapas (excepto las contrarreloj, por supuesto) pueden ser buenas para una escapada, pero al mismo tiempo una escapada puede no llegar nunca. Ambos extremos son casi imposibles, pero intentemos especular qué fracciones del Giro de Italia 2024 podrían sonreír a una escapada.
La primera etapa, la Venaria Real-Turín, de 136 kilómetros, por ejemplo, si se hubiera insertado en cualquier otro momento de la carrera, habría tenido el diseño ideal para un ataque desde lejos, ya que sobre el papel es demasiado dura para los velocistas y demasiado fácil para marcar diferencias entre los hombres de la general. Sin embargo, con la primera Maglia Rosa en juego, es poco probable que los grandes se queden fuera. Y lo mismo cabe decir de la Etapa 2 con final en Oropa, ya que los corredores estarán aún frescos y con ganas de jugarse la victoria en una meta prestigiosa como la que puso aún más en el mito a Marco Pantani.
Una primera oportunidad real para los atacantes podría llegar en la Etapa 6, la etapa de carretera blanca de 12 kilómetros de Viareggio a Rapolano Terme. Es una etapa difícil de interpretar, y por eso mismo al final los que lo intentan desde lejos podrían acertar, como ocurrió hace dos años en Montalcino, aunque en aquel caso el desnivel y los kilómetros sobre grava eran decididamente mayores. Incluso en la Avezzano-Napoli, de 206 kilómetros, no es imposible que llegue una escapada, ya que los altibajos iniciales y la longitud de la etapa podrían debilitar al pelotón perseguidor.
Siguiendo con el tema de las etapas mixtas, también es muy probable que llegue una escapada en la etapa de los muros de Las Marcas, la Martinsicuro-Fano de 183 km, que llega después de 13 días de carrera y el cansancio en el pelotón empezará a hacerse notar. Otro perfil perfecto para una escapada es el de la Etapa 19, la Mortegliano-Sappada de 154 km; la fracción no es lo suficientemente dura como para que los hombres de la clasificación esperen marcar la diferencia y, sobre todo, llega en vísperas de la doble etapa del Monte Grappa, por lo que, de todas las fracciones, ésta es la que tiene el mayor porcentaje para una llegada victoriosa de un atacante.
La historia, pues, enseña que incluso las grandes etapas de montaña terminan a menudo con el éxito de un corredor escapado. Y así, entre Prati di Tivo, Cusano Mutri, Livigno, Santa Cristina Valgardena, Passo Brocon y Bassano del Grappa -que acogerán las llegadas de las etapas en las que muy probablemente se enfrentarán los grandes nombres de la clasificación general- podemos esperar la victoria de un corredor escapado, que suele ser un gran escalador o un corredor que, por una razón u otra, se ha quedado fuera de la lucha por la clasificación. También este año esperamos grandes luchas en la escapada.
