No estaba de humor para regalos. Primoz Roglic también ganó la etapa muro de la Tirreno-Adriático y se hipotecó seriamente la victoria en la edición 2023 de la “Carrera de los dos mares”. Tras el viento en contra de ayer, había mucha curiosidad por ver a los grandes enfrentarse sin desagradables factores ambientales de por medio y conocer los valores reales sobre el terreno. El resultado, sin embargo, fue el mismo que ayer: el capitán del Jumbo-Visma tuvo más que todos y el tris consecutivo estaba servido, el primero desde Óscar Freire en 2005.
Y no era en absoluto una conclusión previsible porque, a pesar de ser la más fuerte, una etapa diseñada así, sin un metro de llano y con muros repetidos, era de todo menos fácil controlar la carrera y no permitir que nadie se escapara. Más aún después de la caída de Wilco Kelderman, que privó a Roglic de su aliado más valioso en las subidas. Aleksandr Vlasov (Bora-hansgrohe) fue el que lo intentó con más convicción, tratando de anticiparse a los duros muros finales de Costa del Borgo y Via Olimpia: el ruso estaba a 21 segundos en la general y Roglic, con Van Aert ligeramente fatigado tras destrozar el pelotón en la vuelta anterior, se vio un poco presionado para organizar una persecución en condiciones. Afortunadamente para él, el Ineos Grenadiers y el UAE Emirates tenían el mismo objetivo que él, y a falta de unos 6 km consiguieron acercarse a Vlasov.