Cuando Mark Cavendish ganó su primera etapa en el Giro de Italia en 2008, todavía era una promesa de 23 años con un futuro aún por escribir. Ya contaba con 16 victorias profesionales, pero aún le faltaba la chispa que le elevara al máximo nivel. El anillo llegó en el paseo marítimo de Catanzaro, cuando consiguió golpear a Robert Forster y Daniele Bennati y comenzar una magnífica historia que aún hoy sigue vigente.
Desde ese día no ha parado, las Grandes Vueltas se han convertido en su coto de caza favorito y hoy, a sus casi 37 años (los cumplirá el 27 de mayo), ¡tiene 53 éxitos! El número total de victorias en su carrera es de 160. Estamos hablando de una leyenda de los sprints, probablemente uno de los mejores intérpretes de los sprints que ha visto este deporte. En las Grandes Vueltas sólo Mario Cipollini y Eddy Merckx han ganado más que él, y no dos corredores cualquiera.
Y lo mejor de Mark es su longevidad, porque en el Giro sólo Gino Bartali, Fausto Coppi y Olimpio Bizzi han tenido una brecha más amplia de victorias (13 años y 360 días). Su explosividad, su clase y sus ganas de ganar siguen siendo las mismas a lo largo de los años. El sprint que ha soltado hoy en la meta húngara de Balatonfüred es uno de los que solía soltar en sus años más mágicos: 300 metros de irresistible progresión que no daban oportunidad a sus rivales de salir de su rueda. Lo hizo a los 23 años, lo hace ahora a los 37: impresionante.