Etapa 7
Castel di Sangro > Tagliacozzo
CASTEL DI SANGRO - TAGLIACOZZO

Sulmona y Pratola Peligna
La siguiente parada es Sulmona, la ciudad de los confites y, para los menos golosos, del gran poeta latino Ovidio. Aquí es imprescindible un paseo por el centro histórico para visitar la Catedral de San Panfilo (siglo XI), el complejo de la Annunziata, formado por la unión del palacio de la Annunziata (de 1320) con la adyacente iglesia de la Annunziata y, por supuesto, las decenas de tiendas donde abastecerse de confites, a los que incluso se ha dedicado un museo.
Llega después el turno de Pratola Peligna de captar la atención y devolver al primer plano la viticultura de la zona: aquí el Montepulciano d’Abruzzo encuentra un digno rival en el Trebbiano. Eso sí, para degustarlos es mejor esperar a haber paseado por el centro histórico medieval hasta la plazuela de San Pietro Celestino, el corazón antiguo del pueblo. En la cercana Popoli se puede admirar el Castillo de los Cantelmo, edificado alrededor del año mil sobre un espolón rocoso, y el Palacio Ducal (1440), que da a la Piazza della Libertà, donde el cicloturista puede llenar su cantimplora en la histórica Fuente de las Carátulas.

Tagliacozzo
En Rocca di Mezzo es agradable descubrir el barrio del Borgo (“Lu Bulvere”), el núcleo más antiguo del pueblo, y la Iglesia de la Madonna della Neve, con la torre medieval construida con fines defensivos y reconvertida luego en campanario. Inmediatamente después aparece Ovindoli, una de las principales estaciones de deportes de invierno del centro de Italia, que cuenta con una historia antigua e importante: fue fortaleza de los Marsos, destruida por los romanos y muchos siglos después reconstruida por los lombardos. Aquí se alojó en 1268 Carlos de Anjou antes de su victoria sobre Conradino de Suabia.
La etapa concluye en Tagliacozzo, aunque no en el corazón del pueblo, sino 13 kilómetros más arriba, a 1200 metros en Monte Bove. Antes de afrontar la subida decisiva, merece la pena echar un vistazo a esta localidad de la Marsia que tiene mucho que contar y mostrar. Entre los edificios más destacados se encuentran, sin duda, el Palacio del Gobernadorado del siglo XV, el Palacio del Gobernador de los Colonna del siglo XVI y el Palacio Fallace del siglo XVII con su espléndida galería porticada. La plaza estaba originalmente rodeada por un pórtico perimetral, cuyas arcadas fueron cerradas en el siglo XIX para albergar talleres artesanales y locales comerciales. La foto del día, sin embargo, se toma frente a la Fuente del Obelisco, de formas barrocas, que justo este año cumple sus primeros 200 años.