Etapa 13
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Riccione
La 13ª etapa del Giro no debería deparar sorpresas a los ciclistas. No puede decirse lo mismo de los que siguen la carrera, ya que la ruta ofrece muchas oportunidades para hacer paradas curiosas e interesantes.
Riccione invita a relajantes baños en su larga y profunda playa, pero también a pasear por el famoso Vale Ceccarini, encrucijada de modas y tendencias, sin olvidar una vida nocturna que sabe ser divertida incluso sin recurrir a la exageración. Riccione subraya su larga tradición de hospitalidad con numerosos y bellos ejemplos de arquitectura balnearia que se remontan al periodo comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX, y que se hacen eco de diversas maneras de las sugerencias del art nouveau, pero también con el Palacio del Turismo, de 1938, la primera estructura del Adriático concebida para promover el turismo. También es interesante visitar Villa Franceschi, que alberga la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo
La Romagna
Nada más salir del mar, la ciudad medieval de Santarcangelo di Romagna fascina con la atmósfera de antaño que envuelve a quienes pasean por las callejuelas y plazas del centro histórico.
Cesena da la bienvenida a los visitantes con la imponente Rocca Malatestiana (siglo XV): el recorrido completo de la fortaleza lleva por las pasarelas del interior de las murallas, hasta las antiguas prisiones, la exposición de armas de justa y el Museo de Agricultura. El orgullo de la ciudad es sobre todo la Biblioteca Malatesta, que data de la misma época que la fortaleza y permanece casi intacta desde su fundación hasta nuestros días, hasta el punto de que en 2005 fue reconocida como "Memoria del Mundo".
Faenza, capital reconocida de la cerámica artística desde el Renacimiento, obliga a detenerse y visitar el MIC-Museo internazionale delle Ceramiche (Museo Internacional de Cerámica), donde uno se asombra al admirar la mayor colección tipológica existente dedicada a este antiguo arte.
Otro museo muy especial llama la atención en Lugo, la ciudad de Romaña que celebra con una notable exposición a su hijo más famoso, aquel Francesco Baracca considerado el as italiano de la aviación durante la Gran Guerra. No muy lejos, la Rocca Estense, del siglo XVI, nos transporta a una época más lejana y nos relaja con su jardín colgante al que se accede desde el patio interior. La carrera atraviesa extensas zonas llanas que serpentean, entre otras cosas, por lo que se considera un pequeño gran modelo industrial: se está, de hecho, en el llamado "Valle del envase", es decir, el distrito de maquinaria de envasado de Bolonia, bien conocido en todo el mundo, ya que alrededor del 90% de la producción se destina al extranjero.